El concepto de depósito temporal en términos generales es un espacio donde se puede recibir y almacenar, durante cierto tiempo, mercancías a las que aún no se les ha dado destino aduanero y que han sido importadas de otros países, en consecuencia, son áreas autorizadas por la autoridad aduanera. Sin embargo, también son áreas donde consolidan carga para exportación sean contenorizadas o no contenorizadas, es decir, carga declarada que va en contenedor o que puede o no estar en contenedor.
Considerando que un operador logístico es quien gestiona los almacenes de depósito temporal lo cuales son los responsables por la eficiencia de los procedimientos de despacho y soporte logístico, es crucial también afirmar que son responsables por los riesgos que sucedan en su interior y por tanto asumirán las consecuencias de las mismas.
Contar con procedimientos de protección y con una certificación, no garantiza que es un proceso blindado y que supone riesgos controlados. Deben contar con un sistema de gestión de protección los cuales involucran políticas, procedimientos, mecanismos de control, auditorías, inspecciones, verificaciones, análisis de procesos operativos, entre muchos otros más, los cuales no faciliten los delitos comunes hasta el mayor de los riesgos que es el Tráfico de Drogas.
Estos riesgos inician desde que la mercancía o camión cruza el umbral de acceso hasta que sale del recinto y llegue a su destino final. Esto supone que los pasos previos a su llegada, el proceso de manipulación en el interior, los mecanismos de control, su ubicación, el conocimiento del movimiento del patio, la supervisión al personal, la información sensible relativa a la carga, los desplazamientos de la maquinaria pesada, entre otros considerandos no solo están bajo la observación de quienes pretender delinquir, deben estar bajo un escrutinio constante de quienes deben asegurar no solo un proceso ágil, transparente y eficiente sino que sea en general un proceso seguro, que no genere daño reputacional a la marca, no afecte la situación jurídica de los representantes legales y no afecte como daño colateral al cliente.
Luis Molina
Director Ejecutivo
M&M Security Audit
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